sábado, 17 de diciembre de 2011

Conciencia, inteligencia, Chatbots y una recomendación


Haciendo eco de una de las recomendaciones de Martín Bonfil en su blog La Ciencia por Gusto (http://lacienciaporgusto.blogspot.com/2011/12/tres-libros.html), voy a recomendar un libro que no he leído pero del que he escuchado excelentes referencias. Ya tengo algo que hacer con mi tiempo libre en 2012. El libro en cuestión es Gödel, Escher, Bach: una eterna trenza dorada(http://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%B6del,_Escher,_Bach:_un_Eterno_y_Gr%C3%A1cil_Bucle), de Douglas Hofstadter(http://es.wikipedia.org/wiki/Douglas_Hofstadter).
En realidad, antes de leer el post de Bonfil, ya tenía una referencia de este libro por medio de la introducción que para el mismo hace Enrique Ganem en su programa “El Explicador” y que puede escucharse en los siguientes enlaces:

La cuestión es que el texto trata, entre muchas cosas, del tema de la conciencia, y éste tema es uno de mis favoritos. Empecé a pensar en esto cuando leí “La mente nueva del emperador”,de Roger Penrose, libro que trata de responder la pregunta de si la mente humana es una computadora equivalente a las computadoras actualmente existentes, sólo que con un algoritmo que le provee de las características que distinguen a la inteligencia humana: voluntad, autoconciencia e intuición. El libro incluso pretende haber establecido una respuesta casi definitiva a la pregunta planteada.

Sobre el tema de la inteligencia artificial, definitivamente no soy experto, pero noto que su manifestación más popular al momento está accesible al público en los chatbots (http://www.chatbots.org/) que existen desde hace más de 10 años. Antes de los años 90 ya existía el programa Eliza (http://en.wikipedia.org/wiki/ELIZA), con el que se podía platicar aunque era algo desesperante (algo así como la conversación entre Tom Cruise con Dustin Hoffman en la película "Rainman"). Funcionaba con un código de respuestas esperadas según la estructura gramatical de la pregunta y una base de datos de conceptos. Después, por ahí de 2000 se desarrolló un nuevo algoritmo (procedimiento computacional) que "aprende" a partir de una estructura gramatical básica. Para ver otros chatbots, aquí hay algunos enlaces interesantes, como suele ocurrir, lo mejor está en inglés:


Los chatbots no sólo sirven para jugar. Tienen sus aplicaciones como por ejemplo colocar un chatbot en la página web de una empresa, programado para hablar maravillas de la empresa y de sus productos y servicios, recuerdo que hay algunos sitios con sistemas así, pero hasta donde sé no han tenido mucho éxito. También hay un sistema que simula ser una chica adolescente que se mete a salas de chat para detectar potenciales pedófilos. Parece una buena idea pero no sé si ha funcionado y no tengo la referencia a la mano. El resto de las aplicaciones son para entretenimiento. Hay un chatbot que toma sus respuestas de búsquedas en google con las palabras de la pregunta y luego armaba una respuesta gramaticalmente correcta que solía resultar sorprendente y comúnmente ofensiva. No sé si todavía existe. 

Sólo para reirse un poco de mi friquez, hay unos libros de ciencia ficción que leí por recomendación de un chatbot y uno de ellos está bastante bien (http://es.wikipedia.org/wiki/El_jugador_(Iain_Banks)).

Hay un sitio interesante que permite hablar con Dios, en inglés: http://www.titane.ca/main.html, que es divertido. Hay muchos blogs de internet que publican cosas como "Le pregunté a dios tal o cual cosa y me respondió esto o lo otro".

En realidad no sé bien como esté la tecnología al momento, dado que cambia muy rápido. Hace unos años los chatbots despertaron mi curiosidad y los estuve viendo bastante pero luego me aburrí. Algunos daban respuestas asombrosamente humanas (http://alice.pandorabots.com/) pero claro, tienes un sesgo de prejuicio cuando ya sabes que estás chateando con un software. El verdadero reto sería chatear con alguien sin saber si se trata de un chatbot o de un humano chateador promedio, y tratar de adivinar quien es quien. Este concepto fue propuesto por uno de mis ídolos intelectuales llamado Alan Turing en ¡1950! (http://es.wikipedia.org/wiki/Test_de_Turing) y se conoce como TEST DE TURING, que consiste en poner a prueba a un chatbot contra un humano sin saber quien es quien (usando solo comunicación escrita por computadora). Hasta ahora no ha habido ninguna máquina que supere el test de Turing en forma completamente satisfactoria. No recuerdo si en 2009 ó 2010 se hizo una prueba bastante publicitada de un programa que no logró pasar el test.

Como mis imaginarios lectores se imaginarán, esto da para mucho debate filosófico acerca de conceptos tan básicos y difusos como la inteligencia y la conciencia. Se supone que consideraríamos que una máquina es inteligente cuando supere el test de Turing, pero eso es sólo evaluar la inteligencia a partir del comportamiento (un enfoque operacional), que es más o menos una interpretación literal de lo que dice la biblia en eso de "por sus obras los conocereis", suponemos que si se comporta como un ente inteligente entonces es un ente inteligente, pero ¿De verdad lo es? 

Sobre todo, los humanos somos entes inteligentes y tenemos otras características no directamente evidentes tales como la autoconciencia (percibimos la realidad de nuestra propia existencia), lo que nos obliga a la pregunta ¿Una computadora que pase el test de Turing, al tener inteligencia también tiene autoconciencia? ¿Podría ser lastimada en su orgullo o amar, tener relaciones sentimentales con personas con quienes interactúe o hacerse preguntas existenciales como el niño de la película AI (inteligencia artificial)? Intuitivamente me parece que no, pero no confío mucho en mi intuición.

Habría antes que entender que la idea de que la autoconciencia es una característica que surge del funcionamiento de una máquina (una propiedad emergente) implica un enfoque filosófico materialista. En oposición, los "dualistas" creen que existe algún ente externo a la maquinaria física de nuestro organismo que es el que explica la autoconciencia  y a la que la mayoría de la gente le llama "alma" o "espíritu". Casi todas las religiones postulan un dualismo implícito y casi el 90% de la humanidad sigue alguna religión, así que este es un debate filosófico mas bien pequeño porque se da entre muy pocas personas. Pero no tiene que ser así. Aun si los humanos tuviéramos alma (punto mínimo concedido por mi agnosticismo), eso no implica que no pudiéramos crear máquinas autoconscientes. Ese es el tema de la novela "Pensad en Flebas", la primera de la saga de "La Cultura" del autor de ciencia ficción Iain M. Banks, y está en el transfondo de las sagas cinematográficas de Terminator y Matrix, y la serie literiaria de los robots de Asimov apenas tocada en las películas "El hombre bicentenario" y "Yo Robot".

Hay un enfoque opuesto a la idea de que el comportamiento inteligente implica la existencia de una inteligencia, sino una simulación muy sofisticada, y se conoce como la "habitación china de Searle". (Si te interesa puedes leer sobre eso aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/Chinese_room).

No es difícil notar que eso de chatear con una computadora da para temas con muchos pelos. Siempre se puede hacer una prueba de Turing en versión casera: pregúntale a algún chatbot algo que un humano no te contestaría, como por ejemplo "¿Cuál es la raiz cúbica de 28?". Si te responde algo así como "Te recomiendo que te consigas una calculadora", significa que por lo menos está programada para simular inteligencia humana.

Y para empezar con algo sencillo, aquí está el Canon Cangrejo explicado, de la Ofrenda Musical de J.S. Bach:

jueves, 1 de diciembre de 2011

Anular el voto, voto en blanco

Tan pronto como el servicio público deja de ser la principal ocupación de los ciudadanos, y éstos quieren servir con su bolsa antes que con su persona, el Estado se encuentra ya muy cerca de su ruina. ¿Es preciso ir a la guerra? Pagan tropas y se quedan en casa. ¿Es preciso ir al consejo? Nombran diputados y se quedan en casa. A fuerza de pereza y de dinero tienen, en fin, soldados para esclavizar la patria y representantes para venderla.
Juan Jacobo RousseauEl Contrato Social. Capítulo XV


* * *



La semana pasada se reventó una llanta de mi auto ¿La causa? Pasé por un bache que hizo brincar mi auto de tal forma que uno de los lados fue mordido entre el pavimento y el rin con suficiente fuerza para romper la banda de refuerzo. La responsabilidad del mantenimiento de mi auto es sólo mía, pero en lo que a la calle Ocampo se refiere, es del gobierno municipal, por lo que acabo de sumar una más a las razones para anular mi voto en la elección de este 5 de Julio.

Ya sé que esta razón suena ridícula, pero sumada a las miles de razones que escucho y leo todos los días, redondea cerca de un millón de motivos para anular mi voto:

- En la elección del 2006, el gobierno federal, en complicidad con el IFE, el TRIFE y demás amigos del innombrable, perpetraron un fraude electoral. En esta ocasión mejor voy a anular mi voto.

- En una guardería del IMSS en Sonora, decenas de niños murieron en un incendio. Se sospecha de contubernios y negligencia. Otra razón para anular mi voto.

- El peje no tuvo empacho en imponer a un títere como candidato del PT para que los electores voten por él, con la promesa de que al ganar va a renunciar a favor de la candidata del PRD que la dirigencia de este partido se negó a aceptar. Podría oponerme votando por alguna otra opción pero creo que mejor anulo mi voto.

- El gobierno federal, en el marco de la lucha contra el crimen organizado, encarcela a alcaldes y policías de municipios gobernados por la oposición. Puede decirse que es parte de las funciones normales de gobierno, pero desagrada que ocurra en tiempos de campaña electoral. Anulo mi voto.

- Los diputados, sin importar quienes ni de que partido, son muchos, cobran mucho y no hacen nada bueno por el país. No voy a respaldarlos votando por nadie. Voy a anular mi voto.

- Calderón se niega a devolver la secuestradora francesa a su país, lo que es una descarada estrategia electorera, por lo que anularé mi voto. Si se le hubiera ocurrido enviarla a Francia, yo manifestaría mi descontento anulando mi voto.

- La actual crisis económica es la más fuerte de que se tenga memoria. Los gobernantes prometieron que habría más empleo, pero hay menos. Los voy a castigar anulando mi voto.

- Es tan malo el giro como el colorado, e incluso el verde, que propone matar a los secuestradores (y hacer más probable que me maten para reducir el riesgo de ser atrapados) y que todos paguemos las medicinas que el IMSS y el ISSSTE no puedan proveer. Lo único que me queda es anular mi voto.

- No se permiten las candidaturas independientes. No se permite la reelección de diputados y senadores. Los partidos políticos son meras agencias de colocaciones en puestos públicos con cargo a mis bolsillos. Los organismos supuestamente ciudadanos, como el IFE, no me representan ni me hacen caso. Todos los políticos mexicanos son corruptos. Ya estoy harto. No importa lo que me digan, yo voy a anular mi voto.

- Hace mucho calor. Más me vale levantarme temprano para no sudar mucho mientras hago cola en la casilla para anular mi voto.

La campaña que se está dando para anular el voto es todo un éxito. Ha salido del Internet y ha invadido los editoriales de los periódicos y las conversaciones de sobremesa, incluso ha provocado reacciones en la clase política. Sin embargo, hasta el momento no he encontrado un solo argumento válido para seguir esa sugerencia.

Las principales razones de la campaña para anular el voto hacen referencia al hartazgo de la ciudadanía por la corrupción e ineficacia de los funcionarios públicos en todos los niveles, poderes y partidos de gobierno.

Creo que el hartazgo es real y por primera vez llega a las clases medias y toca a líderes de opinión. Tengo mis ideas acerca de esto y pienso que el movimiento por anular el voto es el primer indicio de que la sociedad mexicana empieza a despertar de un letargo que está por cumplir el siglo. Entiendo y comparto al 100% las razones del hartazgo, pero no soy capaz de comprender el mecanismo social propuesto que va del acto de anular al resultado de mejorar el sistema político contra el cual pretende manifestarse.

Varias veces he expuesto argumentos en contra de esta idea y nunca he recibido una respuesta que los rebata. Lo único que he recibido como respuesta ha sido la reiteración del hartazgo, y la repetición de todas las cosas malas que el régimen de partidos nos ha traído, así como referencias a los derechos que tenemos como votantes y la pregunta acerca de por quién voy a votar yo o que voy a hacer para mejorar las cosas en lugar de anular.

Debo decirlo. Lo he expresado en comentarios de otros blogs y sería hipócrita si no lo dijera aquí. Hasta ahora no he visto razones que no puedan reescribirse como una reacción visceral al deficiente funcionamiento del gobierno mexicano. Pareciera que lo que están buscando es que llegara un mesías capaz de resolver todos los problemas sin mancharse (difícil, pero posible) y sin necesidad de que la ciudadanía se involucrara en los asuntos públicos (remotamente posible, tal vez si restauramos alguna de monarquías que hemos sobrevivido en tiempos históricos).

Voy a exponer aquí las razones por las que considero que la anulación de los votos no es una medida adecuada. Sólo voy a analizar las razones a las que les concedo cierta verosimilitud, ya que refutar todas las frases (no me atrevo a llamarlas argumentos) que se usan para iniciar el mantra de “…, otra razón para anular mi voto el 5 de Julio” me tomaría demasiado tiempo (y a la velocidad a la que escribo, no me permitiría concluir otra entrada que quiero terminar antes del cierre del próximo Circo del Absurdo).

En algunos casos, se plantean objetivos prácticos, como hacer que se reduzca el dinero que reciben los partidos, la cantidad de diputados y senadores, los sueldos de los funcionarios públicos, y cosas así.

Veamos. Si la motivación para anular el voto es evitar que el dinero de nuestros impuestos llegue a los partidos, lo primero que hay que ver es si anular el voto es realmente efectivo ¿Cómo se decide la cantidad de dinero que se reparte entre los partidos y cuál es el método para elegir cuanto le toca a cada uno?La respuesta está en el artículo 41 de la constitución (el que no la tenga, la puede bajar de http://www.cddhcu.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf). El monto total es el 75% del salario mínimo del DF por cada ciudadano empadronado por año (Art. 41, inciso II,a) y se distribuye entre los partidos con una fórmula que incluye una parte igual (30%, que se reparte igual a todos los partidos) y el resto proporcional a los votos obtenidos para la elección a diputados en la elección anterior.Es decir, que desde el punto de vista legal, a los partidos no se les reduce ni un centavo lo que reciben por efecto de la anulación del voto. Lo que sí ocurre, es que la conformación de la cámara de diputados será establecida según los votos que logren obtener los partidos. Si la porción informada de la sociedad opta por anular su voto, estará dejando la elección en manos de los votantes duros, en el mejor de los casos, o de otros grupos con interés y fuerza para manipular la elección, como pueden ser los narcotraficantes. En ambos casos, los partidos grandes seguirán recibiendo el 30% del 75% del salario mínimo por cada empadronado durante un año, casi sin sudar, y el 70% del mismo monto, por los votos que logren captar por acarreos e incondicionales ¿De verdad quieren eso?
En todo caso, la campaña debería ser para borrar nuestro registro del padrón, cosa que no podemos hacer de forma tan fácil como anular nuestro voto, aunque sí podemos exigir haciendo mucho ruido, como el que ha hecho en Argentina la campaña por la apostasía.

Es que, al final, lo que importa son las consecuencias de nuestras decisiones. Actuar movidos por el amor propio puede ser muy agradable pero las consecuencias de esos actos podrían no serlo tanto. Antes de decidir votar en blanco hay que considerar que tan probables son los siguientes escenarios:

1.- El voto duro va a dominar esta elección, por medio de acarreados, amenazados, votos corporativos, y todos los vicios de la época del carro completo priista. Los votos nulos van a facilitar esto.

2.- Como una variante de lo anterior, los capos de la droga pueden comprar posiciones estratégicas en la administración pública y en el congreso sin necesidad de recurrir a gigantescos sobornos. Hace unas semanas volvimos a ver en Monterrey como las mafias del crimen organizado están movilizando grupos para crear problemas. No creo que eso sea gratuito. En febrero se dijo que cada manifestante recibía 500 pesos por día, pero para ir a votar por el candidato que se les señale, los mismos cobrarán menos, dado que no tienen que arriesgarse a ser detenidos o golpeados, ni a pasar todas esas horas en la calle bajo el sol.

Se argumenta que el objetivo es hacer que los políticos se den cuenta del repudio que de la sociedad. Estoy de acuerdo con esto, pero ¿Anulando el voto? Eso significa que vamos a premiar a los grupos que tienen más posibilidades de ganar la elección facilitándoles las cosas y sentarnos a esperar que lo consideren un castigo.

O no sentarnos, podemos llevar la protesta más allá del día de la elección, distribuir listas de contactos de los congresistas elegidos, enviarles las propuestas de ley que queremos que impulsen y nuestras sugerencias de preferencias, organizar manifestaciones frente a sus oficinas cuando sea notorio que actúan por consigna de su partido y formar verdaderos frentes ciudadanos que nos lleven a una auténtica representación. Sería deseable que los movimientos para anular el voto tuvieran esa intención de seguimiento pero lo veo poco probable. El movimiento aglutina agendas muy diferentes: hay antipejistas furibundos que van a anular su voto para manifestar su hartazgo contra los descarados pejistas, bejaranistas y padiernistas, (que de todas formas ya no cuentan con la estructura del mermado PRD y sólo se apoyan en los membretes del PT y convergencia, por lo que sin importar lo que pase de aquí al 5 de Julio, ya no representan ningún peligro para México), y hay enojados anticalderonistas que van a anular su voto como protesta contra el fraude del 2006 para demostrar que a ellos no les cuadra que haiga sido como haiga sido), padres de familia molestos por la impunidad con que el sindicato de Elba Ester manipula el sistema educativo y todo el espectro intermedio. Los religiosos para quejarse de la falta de libertad religiosa, y los librepensadores para quejarse de la alianza PAN-Icar, los liberalistas económicos están enojados porque la política económica interviene en los mercados, mientras los izquierdistas se quejan de que la política económica es favorable a las elites empresariales. Sólo vean la propuesta de http://www.movimientoalsocialismo.com.mx/archivos/elecciones/plataforma.html ¿Qué futuro tiene un movimiento que aglutina grupos que no tienen en común más que el “estoy harto” en contra de todo?

También me han preguntado qué es lo que propongo. Para empezar creo que la anulación del voto es una solución falsa si se la toma como la única acción a efectuar. Además, sólo porque yo no sea capaz de proponer una alternativa no significa que tenga que agarrar la primera que me ofrecen. Pero sí soy capaz. La verdadera solución tendría que pasar por darle seguimiento cercano a los funcionarios. Aunque parezca un chiste, los diputados son los más fáciles de fiscalizar por los ciudadanos porque viven entre nosotros (todavía). No considero un pecado organizar marchas en la vía pública siempre y cuando éstas tengan objetivos claros y específicos.

Pero, nada más para que vean que no soy un antianulacionista aferrado, voy a proponer un reto: una sola iniciativa ciudadana que esté dispuesta a mancharse las manos, a publicar listas de diputados y senadores, con teléfonos y correos electrónicos, a recabar propuestas ciudadanas de modificación a las leyes, que se plante frente a las oficinas de los funcionarios hasta ser recibidos y a dar seguimiento, a solidarizarse contra los abusos de las autoridades, solo quiero ver una iniciativa que vaya más allá de anular los votos e irnos a sentar a esperar a que el sistema político se corrija con este hecho, y yo anulo mi voto y me uno a ella.

Pero no veo ninguna así. Sólo como ejemplo, en el sitio http://www.votaenblanco.org.mx/ no hay más propuesta que anular el voto, anunciarlo por Internet y ponerse una playera; el sitio http://www.anulatuvoto.org.mx/ indica “Hagamos nuestra parte y participemos anulando nuestros votos”, el facebook del tema (http://es-la.facebook.com/pages/ANULA-TU-VOTO/91567702237) no sale de lo mismo, mientras que Denise Dresser (http://www.proceso.com.mx/opinion_articulo.php?articulo=69502) explica magistralmente lo que no hay que hacer pero no lo que hay que hacer, como si la inacción fuera a producir los resultados adecuados.

Me parece que si nos dejamos llevar por el coraje sin aplicarnos con inteligencia, vamos a descubrir un día que hubo quienes aprovecharon nuestra molestia para erigirse en la nueva elite dominante. Después de todo, ya ocurrió más de una vez. Y la última elite se mantuvo en el poder por 70 años sin dar la más mínima muestra de necesitar legitimarse con nuestra aprobación explícita.

lunes, 22 de agosto de 2011

¿Inhumanos y locos? El placer de matar


Los blogs Libre Pensar y La Ciencia por Gusto abordaron ejemplarmente el caso de los its. El hecho de mandar bombas a científicos mexicanos se relaciona indudablemente con la masacre del noruego Breivik y el plan del mexicano católico en Madrid para matar manifestantes críticos y plurales.

Varios comentaristas en los blogs tachan a dichos individuos de inhumanos y locos. No son inhumanos, pues Breivik & Co. ejercen como humanos, un poder absoluto sobre la vida. Cuando deciden aniquilar y destruir, pierden de vista la categoría humana de sus víctimas y las ven como objetos, necesarios solamente para conseguir sus objetivos. Tampoco son locos que tienen alucinaciones y escuchan voces que los obligan a matar. El católico mexicano de Madrid podría asistir a la misa dominical, mientras que durante la semana se dedicaba a robar sustancias químicas, a publicar su odio en internet, a reclutar ayudantes y a planear su atentado.

Los psiquiatras forenses coinciden en que éste tipo de personas se creen poseedoras de la idea de justicia verdadera, piensan que son los únicos capaces de distinguir entre lo bueno y malo. Generalmente sienten que la sociedad tiene algo en contra de ellos (se sienten aguijoneados) permanentemente, amenazados por todos aquellos que piensan y viven diferente. Para ellos, son los otros los que cometen errores y los que actúan mal, ya sea que critiquen a la iglesia, que hagan ciencia y tecnología o que promuevan la democracia.

El neuropsicólogo alemán Thomas Elbert dirige el proyecto de investigación “Psicobiología de la violencia humana y la disposición para matar” en la Universidad de Constanza en Alemania. Elbert estudia el origen de la propensión hacia la violencia, particularmente en sujetos masculinos juveniles. Una parte de sus investigaciones se concentra en el estudio psicobiológico de los distintos estadios de evolución del ser humano. La otra parte, en estudios de laboratorio para identificar cuáles son los centros cerebrales responsables de regular el apetito o el placer hacia la agresión y la violencia.

Por ello es claro que no podemos conformarnos con llamar ni desalmados, ni inhumanos, ni enfermos, ni locos, a Breivik & Co. Los adjetivos de tipo moral no ayudan mucho a la hora de impartir la justicia, pues al llamarlos locos, monstruos o bestias, se minimiza automáticamente la responsabilidad de sus actos. Con ello se asume que no gozan de sus facultades mentales enteramente. Es decir, que jurídicamente no serían culpables al no ser responsables de sus actos. ¡Pero lo son!

La violencia es un aspecto natural de la especie humana y ha existido desde siempre. De acuerdo a la hipótesis de Thomas Elbert, el instinto cazador de nuestros antepasados surgió hace cerca dos millones de años, cuando los homínidos empezaron a matar para proveerse de carne como parte de su dieta. En ese entonces debieron unirse en el cerebro, los centros del placer y de la violencia. Sólo quien cazaba podía aspirar a asegurarse alimento y reproducirse. La desventaja del asunto, es que esos homínidos descubrieron, al mismo tiempo, placer al dirigir su instinto de cazador hacia sujetos de la misma especie.

Un aspecto que acostumbramos dejar de lado al condenar los actos de violencia, es el placer experimentado a la hora de matar y reconocerlo como una capacidad humana. A Thomas Elbert le interesa entender dónde se genera y cómo se controla el placer de matar. El ser humano, a diferencia de los animales cazadores, cuenta con un fuerte impulso cerebral de control. Por eso el acto de asesinar es un hecho más bien casual en la vida cotidiana.

Elbert busca demostrar que la violencia responde a un estímulo que puede ser sangre o dolor, y que cumple una función de recompensa. Se trataría de una disposición del sistema neurológico a la cacería, que puede entenderse como placer por matar. Su proyecto contempla experimentos neuropsicológicos en el laboratorio e investigación de campo en cárceles y regiones en conflicto por violencia instrumentalizada con fines étnicos, religiosos, ideológicos o políticos.

Visto de esa manera, podría esconderse un cazador en cada uno de nosotros. Pero la cuestión no es tan fácil. La disposición para desarrollar el placer de matar a uno o varios semejantes, depende de una amplia serie de factores entre los que se cuentan los de tipo ambiental y genético.



domingo, 17 de julio de 2011

Dichos populares y respuestas barrocas.

En la columna anterior hice una reseña de la página electrónica “Voto Católico”. Uno de los lectores, el señor Franco, dejó dos comentarios. En el primero de ellos comentó lo siguiente.

“Amigo Zombi, no es bueno hablar de lo que no s conoce. Ignoro lo que es el voto musulmán o budista, pero sí sé que en mi credo católico la razón está iluminada por la Fe. Es básico. Es lógico. Respétenlo.”

Seguramente se refiere a las recomendaciones “Para VOTAR como CATÓLICO”, que animan al ciudadano a “decidirse a dejar que la fe ilumine” sus “opciones políticas” e “informarse de la postura de los candidatos”. Al respecto expresé una sencilla y espontánea reflexión: “Si me informo de la postura política de los candidatos, entonces tomo una decisión racional y no necesito que me ilumine la fe para otorgar mi voto”.

En su segundo comentario, el señor Franco se refiere a una de mis respuestas a la misma columna sobre el tema de la eutanasia.

“Leo: "En el Renacimiento, el humanista Thomas Moro introdujo el concepto de la libertad de decisión de cada quién para disponer el tiempo de la muerte." Pero, ¡por favor no digan disparates! ¿De dónde sacaron ese dislate???? Pobre Santo Tomás Moro... "La universidad no acorta las orejas" dicen en mi pueblo.”

Mi reacción inmediata fue proporcionar las referencias necesarias para sustentar mi afirmación. Incluí la referencia bibliográfica como si se tratara de una cita de pie de página. Temí haber caído en el plagio intelectual al usar una referencia académica sin citarla. Tras colocar mi respuesta en la red, noté que mi cita era terriblemente académica. Además entendí finalmente, el sentido de la última frase que el señor Franco dejó en su comentario:

“"La universidad no acorta las orejas" dicen en mi pueblo.”

Debo confesar que me tomó un buen tiempo entender el sentido de la frase. Se trata de un dicho popular que no conocía y mi acartonado cerebro tardó en descifrar. “La universidad no acorta las orejas”, ¿las orejas de burro? Pero se supone que los burros no llegan a la universidad, pues se quedan calentando la banca o castigados en el rincón. Sin embargo, recordé la idea que he escuchado en círculos conservadores, al referirse con desdén hacia los universitarios, a ese grupo de hombres y mujeres que estudian mucho y que hacen cosas extrañas que nadie entiende, que se atreven a decir barbaridades y que se oponen a seguir las tradiciones y las buenas costumbres.

Hace unos meses acompañé a mi madre a una librería especializada en literatura religiosa. Ella se desempeñó durante algunos años como ministra extraordinaria de la comunión, después de una preparación teórica de varios meses. Se retiró por cuestiones de salud y los achaques de la edad. En la librería nos encontramos a uno de sus ex colegas. El hombre muy amable le insinúo a mi madre, que yo sería una muy buena sucesora para continuar la labor ministerial. Ella aclaró que esa es siempre una decisión individual. Pero el colega no sólo insistió, sino que me cuestionó sobre mi interés en la religión. Respondí que la religión me interesa mucho y es uno de mis temas favoritos de estudio. “¿Estudio?”, respondió él. “No, no, nada de estudio, quien estudia se pone siempre en contra de la religión, en contra de la iglesia, empieza a cuestionar todo y pierde la fe.” Quise responder que considero más importante entender que creer, pero ya no tuve tiempo, pues mi interlocutor se despidió apresuradamente.

Hace unos días Antonio me recomendó leer una “fórmula infalible para combatir insultos”. Esa lectura me animó a reformular la respuesta al señor Franco y remendar así la involuntaria arrogancia, sugerida tal vez por mi respuesta odiosamente académica, tan fuera de lugar en un blog. Sin la intención de armar buenas rimas, más bien con ánimo lúdico y lírico, quiero responder con estas líneas. Una respuesta barroca a los comentarios tan ingeniosamente rematados con un dicho popular.

¿Disparate? ¡Más bien descuido, mi atento lector! Disculpas ofrezco por la confusión, pues al saltar entre las lenguas, las neuronas quedaron irremediablemente rezagadas. Thomas More, Thomas Morus, Tomás Moro. Por supuesto es Tomás y no Thomas. El castellano es tan hermosa lengua, que con el acento a tan gallardo nombre dotó, y con ello, la pronunciación precisó.

¿O se refiere señor Franco quizás su reclamación, a la impresición del verbo“introducir”? ¿“Mencionar” sería el término correcto? Moro menciona en su “Utopía” novelada, sin afán de introducir nada. Fueron sin embargo, los sabios, filósofos y pensadores de aquellos tiempos y posteriores, quienes la mención ampliamente citaron y refirieron, logrando así su introducción. Moro mencionó la libertad, cualidad oculta y desconocida en diez largos siglos medievales, regidos por el miedo y la fe, negando la existencia de hombres y mujeres como seres humanos individuales.

La idea de decidir el tiempo de la muerte, fue una revolución del pensamiento. Al enfermo tortutado y agobiado por los dolores de la enfermedad mortal, Moro le dejó en su “Utopía”, una esperanza de absolución, liberar al cuerpo del dolor y salvar el alma, cuando la muerte a su lado paciente espera. Moro deja la decisión sin embargo, a los sacerdotes y autoridades públicas. Muy temprano era el tiempo todavía, que el hombre decidiera por su vida. Bien se trataba de una novela, pero en una época todavía, en la que tratado, crónica y ficción no habían definido aun género y función. Asi hago a usted tan merecida precisión.

Caballero Franco, me dirijo a usted con atención. A cambio de usted desearía, que me honrara con la corrección, y mi largo nombre anteceda en su reclamación. Usted me llama Señor Zombi, Zombi si soy y por adopción, pero una dama y no un varón. Con ese antecedente no es necesario, usar el plural cuando afirma y pregunta, “Pero, ¡por favor no digan disparates! ¿De dónde sacaron ese dislate????” Pues aunque dos manos escriben y cinco dedos teclean, solo una cabeza es la que piensa y esa cabeza soy yo, Concepción.

Disparate, dislate y desatino, más bien a la segunda parte de su comentario finalmente atino. “Pobre Santo Tomás Moro...” Yo no me referí a santo Tomás, sino al sabio y humanista Moro. Recuerde caballero que Tomás Moro, antes que santo fue humanista. 400 años sin la insignia santa, la memoria y la obra de Moro no mermaron. Usted señor Franco, con orgullo asegura: “en mi credo católico la razón está iluminada por la Fe. Es básico. Es lógico. Respétenlo” Y al finalizar su comentario, sin ánimo de despedirse, usted todavía una frase críptica apresura “"La universidad no acorta las orejas" dicen en mi pueblo.” Lo básico, lo lógico, el respeto que usted con enfático clamor exige, no es una exigencia para usted mismo, pues su razón, iluminada por su fe, al parecer su visión y su entendimiento enturbian. ¿A las orejas de burro se refiere usted? ¡Vaya metáfora tan pueblerina!


miércoles, 29 de junio de 2011

Una lectura casual a “Voto Católico“

Gracias a un correo de Antonio me enteré de la existencia de la página electrónica “Voto Católico".

Lo primero que llamó mi atención fue el binomio (nombre y logotipo) “Voto Católico”. La enorme “t” ocupa dos pisos del edificio que forman las dos palabras. Es una casualidad además, que la “t” se parece tanto a la cruz “”. Se erige a manera de columna o torre de iglesia, desde los cimientos y sobresale por arriba del techo. La “t” no solamente une de manera gráfica las dos palabras, sino que les otorga una nueva dimensión y las convierte en una unidad indisoluble de fe y civilidad o “fe patriótica”.

Por si el mensaje subliminal no fuera suficiente, la frase que sigue lo reitera con letras rojas (y esa extraña y arbritaria combinación de mayúsculas).

“Los católicos votamos por la VIDA y la FAMILIA”

Lo que viene después es propaganda pura y extrema, pero no política, sino doctrinal. En la ventana central se suceden una serie de cuatro mensajes con sus respectivas imágenes. Son los temas que “Voto Católico” pretende cimentar como criterio para otorgar el voto ciudadano:

“El ABORTO LEGAL mata a 42 millones de niños cada año en el mundo”, con la placativa imagen de un feto.

“La ADOPCION por PAREJAS HOMOSEXUALES niega al niño el derecho de tener papá y mamá”, acompañado de la imagen de un niño pequeño.

“La eutanasia comenzó como un programa NAZI, con una foto en blanco y negro de una fosa común y los cadáveres de un centenar de muertos en sábanas blancas.

“Al LEGALIZAR LAS DROGAS la sociedad abandona al ADICTO, con la imagen de un rostro juvenil angustiado.

Particularmente me llama la atención el tema de la eutanasia. El mensaje de choque inicial no se justifica con la información que se ofrece sobre el tema. Sin embargo, la primera impresión para el lector despistado, es que al legislarse la eutanasia, el gobierno iniciaría un programa de exterminación masiva al estilo del nacionalsocialismo.

A continuación se aborda por fin el tema de las elecciones. El texto combina los colores verde y rojo, en asociación tal vez casual al codigo universal del semáforo: verde = sigue, rojo = alto y alerta. Sin embargo, también remite a los colores de la bandera nacional.

El domingo 3 de julio, México tiene una nueva oportunidad

Para DEFENDER LA VIDA en todas sus etapas.

Hay TEMAS FUNDAMENTALES en esta elección...

Tu voto SÍ IMPORTA.”

Supongo que la elección del color azul para el mapa de México, el mismo color del partido de derecha es mera casualidad. Por supuesto que hago una lectura subjetiva de todo ésto, pero se trata de asociaciones espontáneas que seguramente hacen otros lectores.

En el espacio destinado a la presentación de los “candidatos”, éstos aparecen en una serie de cuatro tablas, correspondientes a los estados de Nayarit, Coahuila, Hidalgo y Estado de México. Cada tabla está dividida en cinco columnas: candidato, partido, semblanza, postura y perfil. El único candidato que obtiene luz verde es el del Estado de México por el PAN y PRD. “Voto Católico” enuncia la “postura” del candidato como:

“Se declara a favor de defender la vida desde la concepción, defiende el matrimonio tradicional entre hombre y mujer y se opone a legalizar las drogas”

En la columna denominada “perfil” aparece el ícono en color verde de la mano con el pulgar hacia arriba.

Para el resto de los candidatos la columna “postura” le advierte al ciudadano católico por ejemplo, que el candidato “x”:

“Defiende el aborto. Se desconoce su postura sobre las uniones homosexuales, la eutanasia y la legalización de las drogas”.

En la columa “perfil” aparece entonces el ícono de la mano en color gris con el pulgar hacia abaro. Para otros candidatos aparece también un signo de interrogación de color azul.

Sin embargo, supongo que al ciudadano católico le interesaría saber qué opinan los candidatos respecto a los cuatro temas que para “Voto Católico” resultan tan importantes. Muy poco ayuda el indeterminado y vago “Se desconoce...”. ¿No hubiera sido mejor que “Voto Católico” preguntara directamente a cada candidato para ofrecer a la población que pretende alcanzar con sus mensajes, respuestas concretas? Si los candidatos no se han manifestado al respecto dentro de sus programas de campaña y si la prensa no los ha cuestionado tampoco, bien podría haberlo hecho una comitiva de prensa del grupo que patrocina la costosa campaña. ¿Perdieron la oportunidad, no se les ocurrió o no lo intentaron?

En lugar de ello, “Voto Católico” se limita a ofrecer una serie de conserjos de “cómo votar” y “cómo no votar”. Entre las recomendaciones “Para VOTAR como CATÓLICO hay que:”, encuentro los puntos 2 y 3 contradictorios.

“2. Decidirse a dejar que la fe ilumine mis opciones políticas”

“3. Informarse de la postura de los a candidatos” (sic).

Si me informo de la postura política de los candidatos, entonces tomo una decisión racional y no necesito que me ilumine la fe para otorgar mi voto.

En las recomendaciones de “cómo NO VOTAR” se advierte de los peligros que representa el dejarse llevar por las apariencias.

“2. No decidas tu voto de acuerdo a la apariencia, personalidad, o “fuerza mediática” del candidato. Algunos candidatos atractivos, carismáticos y que “suenan capaces” no son necesariamente buenos y no deben ser elegidos, mientras que otros candidatos, que podrían no ser atractivos o poco inspiradores, y poco carismáticos ante las cámaras, podrían promover y generar leyes que estén de acuerdo con los principios cristianos básicos”.

Particularmente no puedo recordar a ningún candidato en campaña que sea atractivo o carismático. Por otra parte, en el punto 5 se oculta un acertijo más que una utopía. La última frase es fantástica.

“5. No premies con tu voto a candidatos que están en lo correcto en temas no muy particulares pero que están equivocados en temas morales fundamentales. Un candidato puede tener un récord de apoyo a las leyes exactamente igual a lo que buscas, y al mismo tiempo haber votado a favor, por ejemplo, de la eutanasia. Ese candidato no se merece tu voto. Los candidatos tienen que aprender que al estar equivocados incluso en uno solo de los valores o principios no negociables es suficiente para excluirlos de nuestra consideración”.

Last but not least... ¿Quién está detrás de ésta iniciativa civico religiosa? Muy abajo, en tipografía muy pequeña y gris, encuentro finalmente el “Quienes somos”:

“Voto Católico es iniciativa de un grupo independiente de católicos mexicanos residentes en Estados Unidos, la mayoría de nosotros en California, pero también en Texas, Arizona, Nuevo México y Colorado”.

Al grupo de paisanos en el extranjero preocupados por los rumbos de la fe y la política nacional se les puede seguir también en una cuenta de facebook desde el 23 de junio. Hasta hace apenas unas horas contaban con 378 seguidores.

Nota: Todas las negritas de las citas corresponden al texto original.

Antonio, gracias por el tip y el “trip” cibernético.

domingo, 19 de junio de 2011

Las preferencias médicas personales de Carlos Mota.

Carlos Mota no es médico ni es una persona medianamente informada en temas de salud o de investigación científica. Carlos Mota es tan solo un experto en negocios con credenciales suficientes para hablar de temas de negocios y cuyo trabajo consiste en dar clases, dirigir programas de televisión, entrevistar gente y hacer comentarios en las columnas de opinión de periódicos y revistas o en espacios de televisión y radio.

La aclaración es pertinente porque en el número de Junio de 2011 de la revista GQ (edición México), el Señor Mota escribió un comentario llamado “MELOX O LA ACUPUNTURISTA” en la sección “MENTE DE NEGOCIOS” en el que, después de comentar su anécdota personal con la medicina (sin adjetivos) y con algunas disciplinas alternativas (homeopatía y acupuntura) concluye dándole una mayor verosimilitud a la eficacia de éstas últimas:

“Ahora cada vez que sufro de reflujo o tengo una mala tarde de gastritis aparecen siempre dos opciones: Melox o la acupunturista; en otras palabras: la ciencia de SanofiAventis  versus la tradición centenaria  china que reequilibra los pulsos eléctricos del cuerpo. No estoy peleado con la medicina alópata, pero ahora, de cada cinco ocasiones en que requiero atención, en cuatro utilizo los servicios de la acupunturista y en uno el de los gastroenterólogos”

Hasta aquí puedo entender (aunque no compartir) la decisión personal de don Carlos, que no descarta por completo el uso de la medicina, pero la evita en 4 de cada 5 casos, con lo que le otorga mayor confianza a las alternativas mencionadas que a un tratamiento probado. Es importante hacer notar que el Señor Mota no escribe como un experto en el tema, sino como una persona que cuenta una anécdota personal que de acuerdo a su forma de pensar justifica una decisión personal. Quien lea el texto con total objetividad no debe encontrar otra cosa en éste.

Me alegra saber que los males del Señor Mota han sido hasta hoy de una naturaleza tal que el efecto placebo ha sido suficiente para hacerlo sentir mejor mientras su organismo se las ha arreglado por sí mismo para remediar el problema. Sin embargo, hay un aspecto importante, desde la perspectiva del pensamiento crítico, en la forma en que el Señor Mota racionaliza su decisión personal de preferir las terapias alternativas a la medicina, en el siguiente párrafo:

“Siempre me ha llamado la atención que el discurso de Big Pharma  –las  grandes
empresas farmacéuticas globales- incluye una especie de mensaje sutil: la única forma de vivir saludable y de remediar nuestros males de la salud incluye, necesariamente, a la ciencia y sus soluciones: la medicina alópata, los hospitales, los médicos que documentan en artículos referidos sus hallazgos.  Big Pharma premia la investigación científica, nos dice qué porcentaje de pacientes con tales o cuales síntomas desarrollan tal o cual complicación. Pero lo llamativo no es eso, que ya es casi costumbre, sino que nunca he escuchado una explicación,  ni siquiera una insinuación, para conocer la opinión de esa comunidad científica respecto de cómo han hecho los pueblos milenarios para tener personas saludables, longevas y que nos han heredado este mundo.”

No sé en dónde ha leído el Señor Carlos Mota ese mensaje tan sutil pero estoy seguro que no en las insinuaciones de la “comunidad científica”. Yo creo que soy más o menos de su edad y he conocido muchísimos doctores en medicina, tanto como familiar, amigo, conocido, paciente, familiar de pacientes o lector, y nunca he leído o escuchado que ese mensaje se haga manifiesto, ni siquiera en el sutil entrelineado que da a entender el Señor Mota y que sospecho que es producto de su imaginación. Es más, normalmente cuando he sido un paciente con alguna molestia y llego a ver a un médico, el mensaje nada sutil que percibo es que mi problema se debe a malos hábitos personales como leer demasiado en computadora, comer en exceso, tomar demasiado café o sonarme la nariz con la boca cerrada (y otros peores que no menciono aquí por no excitar el seguro inexistente morbo del lector).

Para completar, la pregunta de Carlos Mota remata con lo siguiente:

“En otras palabras ¿cómo han hecho India o China para llegar al siglo XXI antes de
que existieran GlaxoSmithKline, AstraZeneza, Novartis, Bayer, Teva, Eli Lilly y demás laboratorios? ¿Qué metodologías médicas lograron que en los cuarenta mil años de historia del hombre sobre la Tierra perdurara la raza humana?”

Creo que Carlos Mota no sabe mucho de ciencias naturales, ya que su forma de plantear la pregunta de “¿Por qué nadie me explica cómo sobrevivieron los chinos antiguos sin la industria farmacéutica contemporánea?” contiene varios errores de concepto, por no decir de falta de conocimiento:

1)      Se queja de no escuchar ninguna explicación a ese punto por parte de la comunidad científica, y pide por lo menos una insinuación. En realidad hay no sólo insinuaciones, sino explicaciones nada sutiles. El fallo aquí es que no basa su opinión en la falta de una explicación verosímil al dilema que plantea, sino a que dicha explicación no le ha sido dada a él. El hecho de que él no haya escuchado una explicación verosímil no prueba que ésta no exista, sólo que él la desconoce.

2)      Para empezar, las antiguas civilizaciones de China e India sí tenían disciplinas medicas que funcionaban, sólo que no tenía la estructura organizadora de las disciplinas científicas de la era postindustrial. No todos los chinos de la antigüedad se curaban con agujitas clavadas en la piel, aunque es posible que varios de los que sí lo hicieron hayan pescado alguna infección en el intento. Las medicinas tradicionales de todos los pueblos antiguos no dejaron de usarse con la aparición del método científico, sino que se usaron como cuerpo de conocimientos base para la aplicación de éste. Por ejemplo, los pueblos antiguos del mediterráneo usaban la corteza del sauce blanco para aliviar el dolor. Hoy no usamos el sauce blanco, pero usamos un compuesto extraído de esa planta y sometido a pruebas clínicas: el ácido acetilsalicílico.

3)      Lo que no existía en la antigüedad era el término “alópata”, que fue inventado junto con la homeopatía en el siglo XIX para designar a las prácticas médicas que no seguían el principio propuesto por Hahnemann de que “lo similar cura lo similar”. La práctica médica de los pueblos antiguos era, salvo excepciones, mucho más parecida a lo que Carlos Mota llama “alópata” que a la homeopatía.

4)      La homeopatía era completamente desconocida para los chinos y para el resto de la humanidad hasta el Siglo XIX, época en que el médico Samuel Hahnemann la inventó. Si dice que la homeopatía, le “…estabilizó el aparato respiratorio y, milagrosamente, también el sistema digestivo…” ¿Por qué no se pregunta también cómo conservaron las facultades respiratorias y digestivas los seres humanos que vivieron antes del siglo XIX?

5)      Es más, si la acupuntura sólo se usaba en China (y sus alrededores) y la homeopatía no existía hasta el siglo XIX ¿Cómo sobrevivieron los egipcios, griegos, aztecas, mayas, vikingos e incas durante tanto tiempo?

6)      Hace como 150 años un señor llamado Charles Darwin explicó como sobreviven y se adaptan las especies y los individuos en un ambiente de competencia biológica. Al día de hoy ésta es una de las teorías científicas con mayor aceptación, estudio y difusión en el mundo y no solo insinúa, sino que también explica como pueden sobrevivir los organismos más aptos y transmitir sus genes a la siguiente generación. Los que no lo logran mueren. La explicación que Carlos Mota no ha escuchado por estar captando sutiles mensajes del malévolo monstruo denominado “big pharma” está ahí. Hace cuarenta mil años la única metodología médica posible consistía en dejar atrás al que enfermaba y continuar adelante con los que podían sobrevivir, más o menos lo que siguen haciendo el resto de las especies del planeta.

Entiendo que Carlos Mota es experto en negocios, así que yo mejor plantearía preguntas relacionadas con el aspecto comercial del caso:

1)      Si la homeopatía y la acupuntura son lo preferible en el 80% (4 de cada 5) de los casos y su aplicación es muy barata ¿Por qué los seguros de gastos médicos mayores no las imponen en lugar de los costosos tratamientos que los asegurados reclaman?

2)      ¿Qué negocio es más redituable: ese en el que se invierten enormes sumas para investigación y desarrollo, sumas que necesitan repercutirse en los precios al consumidor final para poder sostenerse en el mercado o, el alternativo, en el que no se requiere investigar nada y no hace falta ningún costoso insumo como no sea la fe del paciente?

Son preguntas.

miércoles, 15 de junio de 2011

Los zombis en ¡Magufos!

A la derecha de este blog, ahí en donde hay varios logotipos, estoy colocando un enlace al sitio Magufos.com.  Este sitio es un agregador de blogs (también le llaman “planeta”) con temas sobre escepticismo y divulgación científica, temas que nos dan, como dirían en mi pueblo, en la mera pata de palo a los Zombis que aun sobrevivimos en Carthago.


Hay blogs bastante interesantes (muchos cuya existencia yo desconocía) listados en Magufos.com. Es buena idea darse una vuelta por ahí, hay sitios interesantes y que publican muchísimo más que nosotros. Cosa difícil, si es que posible.

Después de este anuncio, los Zombis de Carthago regresamos a nuestras actividades habituales que son, además de comer cerebros, tratar temas sobre escepticismo, pensamiento crítico, divulgación científica, y lo que se nos ocurra también ¿Por qué no? 

jueves, 26 de mayo de 2011

Fotosíntesis

Recientemente me enteré, por un post en un blog al que soy asiduo, La Ciencia por Gusto, de las patrañas promovidas por un supuesto investigador (los escépticos usamos el término "imbestigador" para referirnos a los que se las dan de investigadores científicos sin utilizar el rigor requerido en la investigación científica). Una de las primeras cosas que se me vinieron a la mente fue que sólo quien sea un ignorante sobre el mecanismo tan complejo que representa la fotosíntesis pudiera hacer afirmaciones de que animales como los humanos podemos llevarla a cabo. Debo admitir que no leí el documento patrañoso en su totalidad, por temor de que se formara un agujero negro en el interior de mi cabeza y provocara una implosión, pero lo poco que pude leer antes de que tal torrente de estupideces se volviera doloroso, como que probablemente la melanina fuera la materia oscura del Universo, me llevaron a concluir que, una de dos, el imbestigador es un cínico engañabobos (existen rumores de que ha recibido apoyo económico de Conacyt) o sufre de algún transtorno mental (una cosa no excluye a la otra). En fin, para no repetir lo que ya escribió Martín Bonfil y lo que se dijo en los comentarios del post citado, decidí mejor postear sobre lo que involucra la fotosíntesis y tratar de dar un panorama, no muy detallado (para alivio de mis cero lectores) del complejísimo sistema que la constituye.

Lo primero que debemos de considerar es que todos los organismos pluricelulares que realizan fotosíntesis, las plantas, lo hacen gracias a que dentro de las células de sus hojas se encuentran unas pequeñas estructuras (el término técnico es "organelo") llamadas cloroplastos, derivadas de bacterias fotosintéticas que fueron "comidas" por los antepasados unicelulares de las plantas (al grupo, muy variado, de organismos unicelulares que poseen núcleo, a diferencia de las bacterias, que no lo tienen, se les llama protistas y de él nos derivamos tanto las plantas como los animales pluricelulares).



En ningún animal se ha detectado la presencia de cloroplastos dentro de sus células, primera evidencia de la jalada de pelos que representa la fotosíntesis humana. Los pocos animales que de alguna forma disfrutan directamente de los frutos de la fotosíntesis son los corales y anémonas, que cuentan dentro de sus
tejidos con unos protistas fotosintéticos llamados zooxantelas, parientes muy cercanos de los protistas de vida libre que entre otras cosas provocan las mareas rojas y el envenenamiento por mariscos. Los corales dan albergue a las zooxantelas a cambio de comida, en una relación mutuamente beneficiosa llamada simbiosis. Estos protistas por supuesto contienen cloroplastos en el interior de sus células. La capacidad de vivir de los productos de la fotosíntesis les ha dado a los corales y anémonas la posibilidad de vivir sin moverse (el movimiento se desarrolló en los seres vivos para que los organismos pudieran perseguir a otros para comérselos, y a las presas permitirles escapar), como lo hacen las plantas, y de hecho toman una forma parecida a la de las plantas, con extensiones que permiten captar mejor la luz solar. Si la supuesta fotosíntesis mediante melanina que se propone existe entre los vertebrados fuera una realidad, no observaríamos la enorme movilidad que demostramos y ni siquiera hubiéramos evolucionado un sistema nervioso sofisticado (que se requiere para coordinar los movimientos). Ésa es la segunda evidencia en contra.


Lo primero que podemos observar respecto a los cloroplastos es que tienen una estructura muy compleja, con una membrana interna con muchos pliegues, llamada tilacoide, y vesículas bien definidas, que en las micrografías electrónicas tienen la apariencia de pilas de monedas llamadas grana (significa "granos" en latín; el singular es granum). Los grana y las membranas tilacoides están rodeadas por un líquido llamado estroma, y a su vez contienen otro líquido, llamado líquido tilacoide, y es entre esos dos líquidos, por la acción de estructuras insertadas en la membrana tilacoide y por la misma membrana, que se lleva a cabo la fotosíntesis.

Para entender en qué consiste la fotosíntesis de las plantas, primero sería conveniente entender el fenómeno inverso, la respiración, que utilizamos para obtener energía todos los seres vivos que respiramos oxígeno. Se puede resumir así:


Esta ecuación, que espero no resulte demasiado apabullante, básicamente se traduce como "la glucosa reacciona con el oxígeno para convertirse en dióxido de carbono y agua". Es una reacción muy semejante a la de quemar madera, que está constituida por una molécula de naturaleza muy semejante a la glucosa, y los productos finales son los mismos: dióxido de carbono, agua, y energía. Las plantas, que son las principales productoras de glucosa en el mundo (y de madera, cuyo principal componente, la celulosa, se deriva de la glucosa) invierten la reacción en la fotosíntesis, utilizando la luz del sol para convertir dióxido de carbono y agua en glucosa y oxígeno. A diferencia de la combustión de la madera, que es muy rápida y desperdicia mucha de la energía en forma de calor emitido al espacio circundante (acérquense alguna vez a una estufa de leña), los seres vivos realizan la reacción en muchos pasos y de manera más lenta, para aprovechar más eficientemente la energía (por eso una lámpara de LEDs, que virtualmente no libera calor, es mucho más eficiente que un foco común para convertir la energía eléctrica en luz y gasta mucho menos). Este esquema simboliza muy bien las dos posibilidades:


La producción de energía, en este caso representada por quemar hidrógeno (hay bacterias que lo pueden hacer para obtener energía, pero eso queda para otro post) se muestra de dos maneras, a la izquierda como una explosión que libera la energía de manera rápida y poco aprovechable, y a la derecha como una caída gradual de agua que pasa por una serie de aspas de molino mediantes las cuales se aprovecha para extraer la energía liberada por la caída del agua. La respiración es como el ejemplo de la derecha. La fotosíntesis consistiría en una bomba que usa la luz solar para levantar el agua hasta una altura en la que se pueda utilizar de nuevo. Hemos visto que la respiración proviene de la reacción de la glucosa con el oxígeno, en una oxidación. Por lo tanto, la fotosíntesis consiste en una reacción inversa, que en química se denomina reducción, y para simplificar la podemos considerar como equivalente a agregar átomos de hidrógeno a una molécula. La fotosíntesis consiste entonces en la reducción del dióxido de carbono mediante la adición de hidrógeno obtenido del agua, lo cual deja oxígeno libre como producto secundario. Lo interesante de la fotosíntesis es que utiliza una serie de etapas para producir una molécula que capte los átomos de hidrógeno, que se conoce por las siglas NADPH (si quieren saber más sobre ella, chéquenla en la Wikipedia) para luego pasárselos al dióxido de carbono y producir glucosa. Además, almacena la energía de la luz dentro de una molécula que se conoce con las siglas ATP (aquí en Wikipedia) que se utiliza también para producir glucosa y para otras necesidades de energía de la planta. Todos los seres vivos pueden usar el ATP para energía, por lo que podría considerarse algo así como el dólar de la energía viviente (o quizás el euro).

Todos sabemos que una molécula esencial para la fotosíntesis es la clorofila. Ésta es la estructura general de las clorofilas, de las que hay varios tipos:


Como muchas otras substancias que absorben fuertemente la luz (incluida la melanina), la clorofila almacena momentáneamente la energía absorbida para luego volver a emitirla como calor (esto se conoce como fluorescencia, donde una substancia absorbe luz de alta energía para emitir luz de menos energía, rayos infrarrojos en este caso; los colorantes fluorescentes de los billetes, se activan con luz de alta energía, azul o violeta, para emitir luz de menos energía, verde, amarilla o roja). La diferencia es que la clorofila puede transferir la energía sin pérdida a otras moléculas cercanas a ella, como se ilustra en este esquema:


Lo que nos interesa aquí son las posibildades 2 y 3. En la 2, la energía puede pasarse de una molécula de clorofila a otra, como una línea eléctrica, hasta hacerla llegar a una molécula de clorofila que está en contacto con moléculas que la pueden aprovechar para hacer algún trabajo útil, que es el caso 3, donde las moléculas citadas se ilustran de color gris y azul claro, y lo que hacen es mover electrones, que le quitan al oxígeno del agua. Estos electrones junto con el hidrógeno resultante son los que son capaces de ser utilizados en la reducción.

Para realizar una captación eficiente de la energía, las moléculas de clorofila se organizan en una extendida estructura, llamada complejo antena, inserta en la membrana tilacoide, que se ilustra a continuación:


Los cuadritos verdes representan cientos de moléculas de clorofila (a las cuales se agregan unos pigmentos llamados carotenoides, que ayudan a captar mejor la luz y que son de color amarillo o naranja y se pueden observar cuando las hojas se marchitan) entre las cuales salta la energía de la luz (representado por las flechas curvas rojas) hasta llegar al lugar donde pueden utilizarse, representado por el rectángulo central verde limón fuerte, de esquinas redondeadas, llamado centro de reacción fotoquímica. El rectángulo rosa superior representa la molécula de agua, de la cual se extraen los electrones mediante la energía captada y estos se transfieren en una serie de brincos hasta una molécula inmersa en la membrana, llamada quinona, (representada por los dos circulitos en tonos de naranja), que los transporta a otras estructuras adyacentes. Lo que resulta de la pérdida de electrones en el agua, representado por las letras negras, consiste en oxígeno libre y iones hidrógeno (es decir, hidrógenos a los que les hace falta un electrón y tienen carga positiva). El centro de reacción fotoquímica tiene ciertas moléculas de clorofila en una organización tridimensional muy definida que les permite realizar lo recién descrito. Aquí se ilustra:


Ciertamente, en la melanina no se conoce estructura semejante ni la formación de complejos antena. La quinona transporta los electrones hasta otros complejos que realizan las etapas siguientes de la fotosíntesis:


Lo que hemos descrito hasta ahora, sucede en el llamado Fotocomplejo II, ilustrado en el extremo izquierdo del esquema, y podemos ver que los electrones son transportados hacia el Complejo Citocromo b6-f, donde la energía que portan es utilizada para mover iones hidrógeno a través de la membrana tilacoide, desde el estroma hacia el líquido tilacoide, donde se acumulan (a los que se agregan los obtenidos por la pérdida de electrones del agua). Otra resultado muy importante de este transporte de electrones es el movimiento final de los mismos, a través de la enzima Ferredoxina NADP reductasa (FNR en el esquema), hasta su destino final, la molécula conocida como NADP, para producir NADP reducido, o NADPH. Esta molécula constituye un almacén temporal de los átomos de hidrógeno que posteriormente se utilizarán para la síntesis de carbohidratos como la glucosa. Por su parte, la acumulación de iones hidrógeno en uno de los lados de la membrana tilacoide es equivalente a subir agua para después obtener energía de ella, como se explicó al principio. El "agua" (la concentración de iones hidrógeno) que está "arriba" se hace pasar en su "caída" (al otro lado de la membrana, donde la concentración es mucho menor) a través de un "generador", conocido como ATP sintasa, que se encarga de producir ATP, a partir de ADP, aprovechando la energía acumulada. Lo más curioso del símil con un generador eléctrico es que la molécula realmente tiene una parte que gira sobre su eje, como el rotor de una turbina, y es este movimiento el que conduce a la formación de ATP:


Los animales, que no realizamos fotosíntesis, tenemos una ATP sintasa muy semejante, que se encarga de utilizar la acumulación de iones hidrógeno de un lado de una membrana (en este caso, en nuestras mitocondrias), producido por la oxidación de los nutrientes en la respiración, para producir el ATP que utilizan nuestras células.

Lo descrito hasta el momento, se conoce como la Fase Luminosa de la fotosíntesis, porque requiere de luz para llevarse a cabo. La etapa siguiente, o Fase Oscura, o biosintética, de la fotosíntesis, no requiere directamente de luz, sino que utiliza los productos acumulados en la Fase Luminosa, ATP y NADPH, en una serie de reacciones bioquímicas, demasiado compleja para describirse en este post de divulgación, que se conoce como Ciclo de Calvin, en honor del bioquímico que la descubrió, Melvin Calvin. Se resume en este esquema:


Esto se puede resumir en que una enzima, esencial en la fotosíntesis, inexistente fuera de los organismos fotosintéticos conocidos, conocida como RuBisCO (ver aquí), toma el carbono inorgánico del dióxido de carbono de la atmósfera, y lo pega a una molécula con 5 átomos de carbono, que inmediatamente se parte en 2 moléculas de 3 átomos de carbono (6 carbonos en total), que ahora constituyen carbono orgánico. La fotosíntesis se resume en eso, utilizar la energía de la luz para convertir agua y dióxido de carbono, inorgánicos, en moléculas orgánicas que formen parte de los seres vivos, las plantas en primer lugar. Cada 3 "vueltas" del ciclo producen una ganancia neta de una molécula orgánica de 3 carbonos (cada uno de esos carbonos proveniente originalmente del dióxido de carbono), conocida como Gliceraldehído-3-fosfato. Dos de estas moléculas se pueden unir para formar una molécula de glucosa, de 6 carbonos, o se pueden utilizar para producir muchos otros componentes celulares, como lo señala el diagrama. Por cada molécula de dióxido de carbono que se incorpora en una "vuelta" del ciclo, se gastan 3 moléculas de ATP (conviertiéndose en ADP) y 2 de NADPH (convirtiéndose en NADP), por lo que una molécula nueva de gliceraldehído-3-fosfato implica un gasto total de 9 moléculas de ATP y 6 de NADPH, provenientes de la utilización de la energía de la luz. Este esquema resume el sistema completo:


Lo primero que salta a la vista de esta explicación, que ha intentado no ser muy detallada (ya me dirán en los comentarios qué tanto éxito tuvo), es que no se requiere nada más de una molécula que absorba la energía de la luz solar y la almacene momentáneamente antes de pasarla a otra, como son el caso de las clorofilas y la melanina, sino que se requiere de un todo un sistema, muy complejo y sofisticado, que permita la utilización eficiente de la energía capturada, especialmente para la producción de moléculas orgánicas que pasen a formar parte de los constituyentes del organismo fotosintético (o no tenemos foto-síntesis). En los animales jamás se ha encontrado un sistema semejante y corresponde a quienes lo proponen mostrar evidencias de su existencia, si es que éstas existen.